El cuchillo y la cuchara se ponen a la derecha del plato y el tenedor a la izquierda. Siempre con el mango hacia abajo y el filo del cuchillo mirando al plato. En el caso de disponer de más cubiertos (los de pescado, por ejemplo), la disposición sigue las mismas reglas anteriores   teniendo en cuenta el orden de servicio de los platos. Es decir, si hay un pescado antes de la carne, estos cubiertos deben estar más hacia el exterior que los cubiertos de la carne. Y lo mismo nos ocurre si tenemos más de una cuchara.

En en caso de las copas de izquierda a derecha; primero la de agua, le sigue la de vino tinto y por último la de vino blanco.

Para señalar que no has terminado, los cubiertos se dejan sobre el plato formando un triángulo de 90º o al menos de forma de pico.

Para indicar que hemos terminado y pedir el siguiente plato, los cubiertos se colocan en forma de cruz, con el tenedor en posición vertical y el cuchillo atravesándolo en perpendicular.

Para dar el visto bueno a la cocina, los cubiertos se dejan sobre el plato en paralelo entre ellos y el mango mirando hacia la izquierda del plato siempre. 

Para indicar que has terminado el plato, los cubiertos se colocan paralelos, en perpendicular con respecto al borde de la mesa y los mangos deben mirar a la parte inferior del plato siempre.

Si no nos ha gustado y queremos indicarlo con los cubiertos, se colocan igual que para indicar “pausa”, con un ángulo de 90º, en forma de pico, pero la punta del cuchillo se mete entre los dientes del tenedor.

El protocolo de los cubiertos en la mesa es una norma de cortesía que se debe seguir en todas las comidas. Esta norma establece el orden en el que se deben usar los cubiertos, así como la manera correcta de usarlos. Seguir este protocolo ayudará a que la comida se desarrolle de manera ordenada y evitará malas interpretaciones.