Hay ollas de aluminio, recubiertas de teflón, de acero inoxidable, etc. Todas son usadas para el mismo propósito: cocinar. Pero además de usarlas ¿sabes cómo cuidar de ellas para que se conserven en buen estado? Cada una tiene un tipo de mantenimiento diferente, y de eso depende que se mantengan en buen estado y te duren mucho tiempo.

Al usarlas por primera vez, hierve en su interior un poco de vinagre. Esto ayudará a que los alimentos no se peguen. Para evitar que se deteriore la cubierta antiadherente, evita ponerlas al fuego sin ningún contenido, el teflón es delicado y se daña con el calor. Es recomendable usar utensilios adecuados, como plástico o silicón para cocinar con ellas. Al lavarlas evita las esponjas que puedan hacerle arañones, puedes usar una toalla de microfibra en lugar de una esponja tradicional. Cuando el tiempo de cocción sea muy largo, es conveniente ubicar un difusor entre la base de la sartén y la llama del quemador.

Deberás tener el mismo cuidado que con las ollas de teflón, aunque no son iguales, estas tienden a perder sus propiedades más rápido que las otras. Lo más importante es que no las expongas a cambios bruscos de temperatura y esperar a que la olla enfríe antes de lavarla. Siguiendo estas dos reglas te durarán por mucho tiempo.

Al lavarlas evita utilizar esponjas que las rayen, ya que no solo les darán una apariencia desgastada, sino que también hará que tus alimentos se contaminen por el residuo del aluminio. Evita dejarlas húmedas por mucho tiempo, ya que tienden a oxidarse.

Aunque son ollas muy resistentes y de poco mantenimiento, evita las altas concentraciones de sal, ya que corroe el acero. Es muy importante también no exponerlas a cambios bruscos de temperatura, no importa que sea la versión de acero 316ti de titanio. Esto produce deformación de su estructura, principalmente de la base.

Cuando cocines tus alimentos, procura usar un fuego de medio a bajo, así evitas que los aceites o la grasa de los alimentos se peguen inmediatamente a la olla por exceso de calor.

Las manchas aparecen cuando se sobrecalienta la olla haciendo que el material de tus ollas se vea por partes negro, esto lo puedes solucionar de forma fácil hirviendo , ¾ de taza de agua y ¼ de taza de vinagre respectivamente, después de que hierva por 5 minutos, con mucho cuidado procede a lavar la olla con la mezcla.

Casi nunca se tiene presente que haya relación entre el tamaño de la parrilla de la cocina y el diámetro de la olla, procura que los tamaños se ajusten así no se quema la olla y lograras al final una limpieza sea más fácil.

Después de terminar de cocinar, saca todos los sobrantes de la olla y guárdalos en otro recipiente, ya que si dejas por mucho tiempo los guisos y salsas al contacto de la olla estos hacen que se deteriore más rápido la capa protectora de acero, pues las sales y ácidos de los alimentos pueden dañar la olla o producir picaduras es en su superficie.

No piques nada dentro directamente dentro de la olla o intentes partir con un tenedor los alimentos o en general usar utensilios punzantes ya que puedes dañar su interior con algún corte y a partir de ahí se puede deteriorar la olla. Opta por utensilios de madera o plástico.

Ahora que ya sabes cómo consérvalas mejor esperamos que tus ollas duren mucho más y sigas preparando las mejores cenas para tu familia.

Para eliminar la suciedad de la base de tu satén o tu olla solo tienes que mezclar bicarbonato sódico con agua oxigenara hasta formar una pasta ligera. Después, cubre la zona a tratar con esta pasta y deja que actúe durante unos minutos. Una vez que haya transcurrido el tiempo, utiliza un birutilla de aluminio para frotar la base de tu olla o sartén. En función de la cantidad de suciedad acumulada necesitarás emplear más o menos tiempo y esfuerzo a la hora de frotar, pero ten un poco de paciencia porque esta combinación de ingredientes resulta bastante efectiva y acabará saliendo.